Páginas

viernes, 28 de enero de 2011

Lorca, Muerte de un poeta

He vuelto a ver, tras pasados unos años, el filme Lorca, Muerte de un Poeta.

No me acuerdo cuando fue la última vez que la visioné, debió ser en la tele porque también fue una serie. Solo tenía recuerdos aislados al ser tan joven. Me acordaba de la cara del protagonista Nickolas Grace, no confundir con Nicolas Cage, aunque el parecido físico pueda llevar a lo contrario. Es curioso porque hasta el nombre guarda similitud.

Lorca, Muerte de un poeta, reconstruye las últimas horas en la vida del genial poeta andaluz en su tierra natal, Granada.
Lorca, en Agosto de 1936, cuando estaba empezando a cosechar éxitos con sus poemas y obras de teatro, decide regresar unos días a su Huerta de San Vicente, la casa de veraneo de sus padres. En la finca familiar se va enterando del alzamiento nacional y concretamente de la riada de fusilamientos, asaltos y cañonazos que sacuden, de un día para otro, a la ciudad nazarí.

La película, con un asombroso y ejemplar realismo, deja al espectador asombrado, patidifuso de todo lo que el ser humano puede ofrecer, de toda la increíble crueldad que la sinrazón genera.
Hay una escena que, especialmente, me ha llamado la atención. Cuando las tropas militares reciben la orden de abrir fuego contra la población, en mitad de una calle céntrica, se ponen a disparar contra mujeres, ancianos y niños. Uno al ver dicha escena no puede quedar impasible. Le asaltan muchas preguntas sin respuesta y, precisamente, la película consigue así su propósito: remover las adormecidas conciencias y escenificar la realidad, aunque parezca ficción.

Fielmente recreada, no es la primera vez que se alude a Lorca y a su Granada como recurso cinematográfico. Desconozco si fue la primera pero ese binomio ha servido para producir otro filme, La luz Prodigiosa, en la que se especulaba con la idea de que Lorca no hubiese muerto y estuviera vivo, vagabundeando por las calles Granadinas sin que nadie lo supiera. Recuerdo, especialmente, la fantástica banda sonora de Ennio Morricone (capítulo aparte le dedicaré a este maestro de las bandas sonoras) interpretada por la portuguesa Dulce Pontes.

En Lorca, Muerte de un Poeta, se nota la mano de Ian Gibson, biógrafo de Federico y cuya semblanza recomiendo encarecidamente.

Para rendirle un pequeño y humilde homenaje al tío Fede ahí incluyo una composición, desconocida para mí hasta hace poco.


Ay voz secreta del amor oscuro 

Ay voz secreta del amor oscuro
¡ay balido sin lanas! ¡ay herida!
¡ay aguja de hiel, camelia hundida!
¡ay corriente sin mar, ciudad sin muro!
¡Ay noche inmensa de perfil seguro,
montaña celestial de angustia erguida!
¡ay perro en corazón, voz perseguida!
¡silencio sin confín, lirio maduro!
Huye de mí, caliente voz de hielo,
no me quieras perder en la maleza
donde sin fruto gimen carne y cielo.
Deja el duro marfil de mi cabeza,
apiádate de mí, ¡rompe mi duelo!
¡que soy amor, que soy naturaleza!

lunes, 24 de enero de 2011

Oda al Tartamudo

Buenos días: hoy es Lunes, del mes de Enero, del 2011. ¿Dos mil once he dicho?...¡como pasa el tiempo!...¡ya hemos superado la película de Stanley Kubric!.
Mi entrada de hoy va dedicada a un buen amigo, a un concepto de la vida y del quehacer mundano que me da fuerzas a diario para batallar un poquito mas si cabe, como si fuera un ángel de la guarda. Se hace llamar Universo. Afortunado y agradecido me siento por ello y es de sabios ser agradecido.

   Como dije en mi presentación en este blog, la tartamudez es un signo que me caracteriza y como tal me siento en la obligación de darla a conocer y concienciar a la sociedad por su desconocimiento. Por ello en próximos episodios escribiré más acerca de ella. Hoy por falta de tiempo me limito a reproducir la magnífica Oda al Tartamudo que mi amigo Luismi recitó al final de la obra Vidas Melódicas, primera obra de teatro representada por tartamudos y para difundir la tartamudez. Con ustedes un alegato a favor de la comprensión y la tolerancia sin igual.


ODA AL TARTAMUDO
¿Quién osaría burlarse de un ciego?
Solo un idiota despreciaría al invidente.
Un tuerto incita al heroísmo, evidente.
Solo un imbécil apartaría al ojo solitario, sin apego.
¿Os mofaríais de un manco?
Sin duda os sentaríais con él en un banco.
¿Os reiríais de un cojo?
Seguro que no. De solo pensarlo, ya me entra el enojo.
¿Y quién sería tan cenutrio de menospreciar al paralítico?
Ya saben: esos que quieren andar…, y no pueden.
¿Usted? ¿Y usted? No. No lo harían. No lo duden.
Como mucho, causa sonrisa sensual, el sifilítico.
Nuestro amigo el ciego tiene su casita azul.
Y su colega el tuerto, también puede meterse en el baúl.
El manco tiene prebendas por lisiado.
Y el cojo es de todo, menos ignorado.
¿Y qué decir del paralítico?
Que, ¡faltaría más!, le ponen rampa para que no se…, atasque.
¿Y qué se hace con el sifilítico?
Pues, eso… ¿dejar que se rasque?
Vaya mi pregunta para el eminente sesudo.
Para ése que tiene el poder de las cosas cambiar.
¡Chato! ¿Qué hacemos con el tartamudo?
¿Hasta cuándo le dejaremos solitario transitar?
Pruebe usted a querer hablar y…, no poder.
Cuando le suene el teléfono…, no lo coja
…, y pierda por ello, quizás, un genial negocio…, para si congoja.
Diga un “Te quiero” por fascículos y luego quédese sin jod…
Vaya a una entrevista de trabajo.
Quédese su boca abierta y trague saliva mientas observa cómo es mirado de arriba abajo.
Disimule con una sonrisa,
por aquello de que “vamos con prisa”.
Dígalo cantando, desesperadamente duro
Y que no se le escape una lágrima, hombre; eso, dicen los necios, no es propio de alguien…, maduro
¡Ya le llamaremos! …, dicen.
Pero de forma…, diferente.
Como si para ellos fueras…, un demente.
Ni me doy ni quiero dar pena.
Más bien quiero una reacción más amena.
Si te doy lástima, es que no me entiendes.
Tú sabrás lo que pretendes.
Dame comprensión
pero con respeto.
Dame un margen, ponme una rampa
yo pondré el resto, no caeré en la trampa.
Dame un soneto
Que yo cantaré la canción.
No somos iguales que tú
yo soy más guapo, naturalmente.
Déjame mostrarte mi virtud
y podré sonreír, solemnemente.
¿Te estoy pidiendo más dinero en éste mi recitar?
Tú verás, amigo mío.
Pero si bien está que ayudes al ciego, al paralítico
al cojo y hasta al sifilítico
en su duro caminar,
¿cómo te atreves a NO hacerlo conmigo
que quiero y no puedo hablar?
Y ya para terminar
les diré que soy un tipo maravilloso,
que solo de la perilla estoy canoso
y que por los codos me gusta habla.
Y que, gracias por venir
y, sobretodo…, gracias por…, ¿aplaudir?

Autor: Luis Miguel Mourareu Torres
Registro: 02/2010/1957

miércoles, 19 de enero de 2011

No piense, será más feliz

Recomiendo la entrevista que publica el XL Semanal esta semana. En ella, Andy García y Anthony Hopkins versan de varios temas existenciales y muy interesantes en plan de amigos, de coleguillas.

La verdad es que empecé a leer dicha conversación básicamente por Hopkins. El primero, García, no es que no me interesase pero no me llamaba la atención demasiado. Nos suele ocurrir algo parecido cuando la persona o el personaje es joven, atractivo y rico. Decimos: ¡buah!!...este solo hablará de tías y dinero!. Lo recuerdo sobre todo por su gran actuación en el Padrino, aunque parece que no fue tanto ya que personalmente, el actor, es parecido en su forma de ser.
De Sir Anthony si que me ilusionaba conocer sus pensamientos y sus vivencias. Es un actor camaleónico y tiene un bagaje de sobra conocido.

Sorprende este último por varias afirmaciones como la de que toda su vida soñaba con ser rico y famoso o afirmar que su palabra preferida es "no". Pero de verdad, lo que me ha llamado la atención, es su contundente pensamiento de que El enemigo de la felicidad, de la paz, es pensar demasiado. 

Un hombre como él, con la experiencia de tantas películas rodadas, tanta gente conocida....que diga esto es para pensar un ratito. Y es que ¿quien no se ha planteado más de una ocasión el dilema de si es mejor vivir en la ignorancia o darle al coco una buena parte de tu vida?

Salvando las distancias y sin llegar a extremos se puede decir que, haciendo alusión al ejemplo que indica Hopkins en dicha entrevista, un cazador de conejos que todos los días se dedica a ese oficio con la inestimable y única compañía de su perro puede ser más feliz que un actor rico y deseado por miles de féminas.

¿Opinan igual?


sábado, 15 de enero de 2011

La vida se basa en el contraste

La vida se basa en una continua experiencia de contrastes. Es más, la vida es un contraste en sí. Cada vez estoy más convencido de ello.
Hasta el hecho mas horrendo que podamos llegar a ver o sentir nos sirve para algo. Nos servirá para poder afrontar la siguiente experiencia o para acumular vivencias. Todo acontece porque sí...El azar no existe como tal en la mayoría de los casos. Todo está predestinado o marcado en nuestras vidas.

Recuerdo a una antigua logopeda mía explicar que lo que debemos hacer en esta vida es mantener el equilibrio. Nunca le tuve mucho aprecio....No me caía mal, hacía su trabajo lo mejor que podía y trataba a la gente con humanidad....Quizás discrepaba con ella en el procedimiento utilizado y las maneras de llevarlo a cabo. Ahora reconozco más que nunca, aunque siempre lo he pensado, que estaba en lo cierto cuando hacía ese razonamiento.

En la vida tendremos acontecimientos de tristeza, de decepción, de sufrir....y otros de tremenda felicidad, de bienestar por logros o suertes atribuidas por nosotros al azar....En fin, tendremos el ying y el yang. El caso, como decía un buen amigo, es no darle una tremenda importancia al lado negativo y, por contraste, resaltar en exceso lo positivo, lo bueno que nos suceda y lo bueno que tenemos nosotros mismos.
Además como es una cadena que se va arrastrando sin cesar...una cosa lleva a otra. Siempre nos hemos preguntado ¿por que los que consideramos bobos tienen suerte?...¿Será que buscan esa suerte? o ¿será que no buscan la mala suerte?

PD: dedicado al Universo!!!

viernes, 14 de enero de 2011

Nuevo Blog, nuevas historias

Empezado el nuevo año se suele decir que los propósitos se renuevan y las ilusiones también. Se empiezan proyectos que anteriormente se tenían aparcados o se inician otros con la duda de cuanto aguantarán.
Antes que nada presentarme para el que llegue a esta página por casualidad o no me conozca.
Me llamo David y soy un treintañero que pasa por la vida como pasamos muchos....intentando vivir lo más feliz posible y ayudando a los demás, que ya está el mundo cargado de indeseables.
Como rasgo peculiar que me diferencia de otros seres humanos señalar que el más destacado es la Tartamudez. Una señal divina de la que me siento muy orgulloso. Antes de ser tartamudo era uno más, insensible....y ahora me siento en paz conmigo mismo. Vivo en una pequeña ciudad de España, Cuenca y me cuesta separame de ella porque no he conocido mas belleza en tan poco espacio.
Amigo internauta, si entras por aquí, lee y opina, no dejes de opinar. De mi solitaria voz no dejarán de pasar acontecimientos, vivencias, pensamientos...Todo con el fin de compartir con el que tenga un minuto de su tiempo, todo aquello que me pide ser relatado.
Un saludo.