Páginas

viernes, 8 de abril de 2011

De mi puño y letra(2)

Cuando era crío compuse algún poemilla aislado, en algún  momento de soledad o de aislamiento forzado supongo. Hoy en día me hace gracia porque no me parecen malos aunque les cambiara alguna cosa que otra. Reproduzco aquí uno.


Mira la roca con sus ojos inquietos
el espejo del día que proyecta el cielo.
Alardea la roca de sueños,
sueños que no se cumplirán jamás.
Sueños inmóviles para una roca.
Allá, en lo alto de la montaña.
Abajo, miles de tejados alineados
o entrecruzados.
Es el Socorro o
el ojo que todo lo ve.
Es la humilde y grande montaña
que no articula.
Como el hombre que todo lo sabe
y no sabe nada,
porque no dice nada.

2 comentarios:

  1. a mi me gusta, primo. Los tres últimos versos son muy buenos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias primo!...Tengo material para construir un rascacielos y no se que hacer con él jeje!

    ResponderEliminar

Añade tus comentarios