miércoles, 10 de agosto de 2011
Seguimos tartamudeando
Siguiendo con el tema del habla, cada vez estoy más convencido que en nosotros, los tartamudos, la causa de la falta de fluidez es una descoordinación o una alteración de la parte del cerebro encargada del lenguaje, motivado por si mismo y por otros agentes como pueden ser un componente psicológico o social.
Teniendo en cuenta que una misma palabra o frase la pronuncio de diferente forma en circunstancias similares o en situaciones afines, doy una gran importancia a que, fundamentalmente, el origen es un problema físico, no psicológico como siempre se ha pensado. Es una teoría cada vez más aceptada.
Nos hemos hartado de oír, desde niños, en boca de todo el mundo la frasecita «No te pongas nervioso, cálmate» o de aparentar ser el chico tímido que se alteraba y por eso tenía una lengua de trapo. Era como decir a un manco que no se preocupara porque ya le crecería una mano nueva el día de mañana.
Prestigiosos neurólogos opinan que existe una descoordinación entre el hemisferio derecho y el izquierdo.
Hace tiempo recuerdo leer un artículo muy interesante a este respecto donde dichos especialistas afirmaban que la acción de hablar requiere una coordinación perfecta que involucra diferentes áreas cerebrales: afecta a las encargadas del lenguaje y también a las que se activan con el oído, las emociones, la planificación, la respiración y los movimientos de la mandíbula, labios, lengua y cuello.
El cerebro es como un general que controla a todos estos soldados. Sin la señal correcta todo el proceso se desbarata. «Cuando queremos empezar a hablar, en el lóbulo frontal se origina primero el deseo de querer decir algo, luego se ponen en marcha mecanismos ejecutorios del movimiento (maxilar, lengua, labios) y, por último, un sistema monotorizado que controla que lo que decimos es realmente lo que queremos expresar. Si oímos algo erróneo en nuestro discurso, nos paralizamos y esto es lo que les ocurre a las personas con tartamudez», afirma un vocal de la Sociedad Española de Neurología.
También se cree, y doy fe de ello por vivencias propias, que la carga genética es muy importante. Pero aún hay muchas lagunas de conocimiento. Se intuye que los factores ambientales pueden afectar y también situaciones traumáticas o de estrés, por ejemplo.
Los últimos estudios con resonancia magnética han permitido desvelar un exceso de actividad cerebral en determinadas áreas cerebrales de tartamudos y se han identificado nueves genes relacionados con este trastorno que espero ayuden a dar un poquito de luz en este mundo desconocido y padecido por tantos.
Mientras a los que tenemos la suerte de decir que somos tartamudos, llevamos este don con todo el orgullo posible y procurando que cada vez se nos escuche más alto.
A ver si sale de una vez por todas un presidente del gobierno tartamudo, pero no tartamudo levemente, no. Tartamudo con todas las de la ley.
viernes, 22 de julio de 2011
Lentitud
Vivimos instalados en la aceleración, en la rapidez acelerada. No tenemos un segundo para pararnos y contemplar nuestro alrededor, para apreciar el silencio y el rozar del viento en nuestra cara. No tenemos un segundo para detener el tiempo y sentir las palabras.
El motor que nos mueve lleva sus revoluciones y nosotros no soltamos el pedal del acelerador. Cada vez tocamos menos el del freno. Se nos olvida que somos ante todo animales y que formamos parte de la madre naturaleza, que tenemos nuestros procesos vitales y que todo lleva su ritmo y que no puede ser alterado por un hábito, soluciones tecnológicas o por un trabajo estresante.
Cada vez hablamos más rápido y nos cuesta entendernos, nos dificulta esclarecer el significado de determinadas frases o palabras.
En mi caso particular, tartamudo para más señas, no es nada grato vivir entre tanta celeridad. Bien es conocido que para que un tartamudo pueda sentir la fluidez en su habla es necesario, casi siempre, que haya un proceso respiratorio y de control de la conversación que facilite el formular las palabras sin ningún bloqueo. Este proceso se realizará mas adecuadamente cuanto más tranquilidad y lentitud perciba y ponga en práctica el emisor tartamudo.
Por tanto las prisas no son buenas consejeras en un individuo con tartamudez.
Una de las dificultades que tiene un tartamudo o disfémico es cuando su interlocutor está loco por interrumpirle o cuando aquel percibe que esta persona es nerviosa o no trasmite tranquilidad. Teniendo en cuenta que no hay un caso igual que otro y que todo no vale en su mismo grado para todos, es de recibo pedir a la gente un poco de calma. No por el bien de toda aquella persona tartamuda sino por el de toda la sociedad en general.
Hay personas instaladas en el nerviosismo puro, en la agitación constante. No se pueden estar quietas, son felices o no en ese estado. Lo han adoptado como suyo y no conocen o no pueden acoplarse a otro. Esas personas suelen contagiar o transmitir su forma de ser al resto de seres que acostumbramos a tratar con ellos. A veces se da el caso contrario.
El que aquí escribe siempre se ha caracterizado por un cierto nerviosismo o agitación constante que afortunadamente va cambiando poco a poco debido a los años, una cierta rutina y un incuestionable estado de relajación eventual. Y en ese paso de solido a gaseoso uno se da cuenta que gana en calidad de vida y aprecia las cosas de la vida de otra manera. Donde antes dormía mal ahora uno descansa de maravilla, donde habían rencores y rencillas ahora hay un paz interior que ya la quisiera para sí el Dalai Lama.
Luego sale a la calle y enseguida percibe el cambio de ritmo, las ligerezas, las caras largas….El panadero no tiene tiempo de atenderte como es debido porque tiene prisa, la jefa te exige porque tiene prisa, el que conduce el Opel Corsa te pita en el semáforo antes de que se ponga en verde porque tiene prisa…
Es perfectamente justificable que en estos tiempos que corren, por causas laborales o familiares tengamos un estrés que nos impida hacer la vida como queremos pero debemos buscar siempre momentos de paz y sosiego y debemos bajar el ritmo si es posible. Nuestro cuerpo y nuestra alma nos lo agradecerán.
Yo os lo agradeceré.
miércoles, 15 de junio de 2011
Momentos
22.30 p.m….Ayer. Portal de mi casa. Existen momentos en que lo cotidiano, la normalidad que solemos hacer, las consideraciones, nuestra rutina se altera. Nuestras prioridades nos parecen una mierda y nos sentimos unos indeseables.
Encuentro con mi vecino que debe estar enfermo de cáncer o alguna enfermedad grave debe estar pasando. No me atrevo a preguntarle. Su mujer lo lleva en la silla de ruedas y el hombre, que debe de rondar los 70 años, se le ve muy desmejorado…el pelo casi inexistente…sonrisa disimulada en la cara…Recuerdo que la última vez que lo vi me preguntaba por su equipo de fútbol preferido, afortunadamente se le veía feliz porque lo ganaba todo. Andaba pero se quejaba de su rodilla. Ayer me volvió a preguntar por él. Se me hace un nudo en la garganta y solo puedo contestarle que es un gran equipo. Lo despido sujentandoles la puerta y me pregunto si será la última vez que lo vea…
No puedo evitar pensar en él y en la justicia o injusticia de la vida.
19.15 pm…Sábado. Hoz del Júcar. Primer día de calor veraniego en mi comarca. Son las siete de la tarde y la hoz del río Júcar, cerca de la ciudad, es el único paraje donde corre el aire y se agradece estar. Me adentro hasta el puente de la hidroeléctrica y me dispongo a correr. La naturaleza me invade, me prende….Grupos de escaladores abarrotan las inverosímiles rocas de la margen izquierda…suena en mis cascos Always on my mind, de Elvis…un ciclista ataviado para la ocasión toma la curva y me rebasa. Me acerco a la desembocadura del camino de San Julián…siempre me han dado ganas de perderme entre la serpenteante subida y continuar mas allá, encontrar quizás el imaginario camino que me lleve a una nueva despertar, a lo desconocido…no conozco sitio mas solitario que este.
Pasan a mi lado una familia completa con sus mochilas y bicis, llegarán de hacer picnic mas adelante…donde el rio fluye mas manso y verde. En la otra orilla del meandro, donde las rocas se convierten en asientos naturales, una muchacha pelirroja con aires de punk toma el sol tumbada en su toalla multicolor y su perro persigue insectos a su alrededor.
No es un parque, aunque esté casi integrado en la ciudad…Es un oasis, un hábitat donde todo aquel que busca el karma, el reposo, contacto con la naturaleza, aislarse de lo cotidiano…lo encuentra.
Una mujer, vestida elegantemente, 40 años, bolso en mano, cruza el puente y se sienta en el embarcadero frente a la cascada. Apoya su mano derecha en su cara y se queda mirando fijamente el horizonte…Me pregunto que pensará.
Un rato mas tarde, tras el ejercicio, me siento en una de esas piedras calizas. Está caliente, el sol la ha enardecido hasta hace bien poco. El lecho del río refleja los troncos de los chopos y sauces y allá arriba la ciudad alta se viste de colores cálidos. Que buen momento para recordar algunas frases del poema de Gerardo Diego:
Agua verde, verde, verde,
agua encantada del Júcar,
verde del pinar serrano
que casi te vio en la cuna...
agua encantada del Júcar,
verde del pinar serrano
que casi te vio en la cuna...
...Cuenca, toda de plata,
quiere en ti verse desnuda,
y se estira, de puntillas,
sobre sus treinta columnas.
quiere en ti verse desnuda,
y se estira, de puntillas,
sobre sus treinta columnas.
miércoles, 1 de junio de 2011
De hoteles y otras hierbas...
Los hoteles siempre han tenido una extraña fascinación en mí. Desde que bien pequeño veraneaba con mis padres en el excéntrico Benidorm de aquella época hasta hoy en día, no sé que tienen estas residencias de huéspedes, que no me dejan indiferente.
Claro que hay que diferenciar entre un hotel limpio y cuidado a uno innombrable.
Recuerdo aquella vez, en Denia creo recordar, pasando el típico descanso vacacional en familia rodeado de agradables peleas fraternales, chiringuitos de playa con musculitos y barrigones luciendo tanga, granitos de arena quemando tus pies, pieles rojas procedentes de guirilandia, hamacas que no había dios que las cerrara…en la me gustó tanto el hotel que casi no salí de él en los cuatro o cinco días que estuve. Y es que por primera vez tenía una habitación para mi solito. Basta recordar al lector, que siendo como soy el pequeño de seis hermanos, uno no durmió solo hasta bien entrada la pubertad. Es curioso porque ahora me pasa lo contrario y deseo estar acompañado.
Creo que aquella vez fue mi primera emancipación, aunque pagada con el dinero de mis padres claro. Ni en los campamentos a los que asistí me había encontrado tan libre.
Eso de tener tu bedroom con vistas al mar, que es más bonito por la noche que por el día. Oír el sonido de las olas, descansar en tu camita a cuerpo de rey, etc. ¡Ay esas vacaciones de la inocencia!
Cuando uno va a una ciudad grande o turístico-playera le chocan varias cosas y si uno de de provincias más. Por mucho que repita no dejarán de sorprenderme.
La primera diferencia es la mirada, mejor dicho las miradas. En una ciudad pequeña casi todo el mundo se mira o cotillea cuando vas por la calle, en pueblos mucho más, ahí no disimulan. En cambio, en la metrópoli cada uno va a su bola. Eso me produce envidia.
Otra diferencia es la diversidad de fauna urbana que hay. No solo uno se queda aturdido y se ve así mismo un Paco Martinez Soria al contemplar tanta pluralidad y calidad del sexo contrario sino que también se asombra del paisanaje urbanita y sus costumbres. Aunque al tener Madrid relativamente cerca a este tema me voy habituando más.
Ahora, sobre todo en ciudades playeras, se ha puesto de moda la bici y ya hasta con el perro junto a ella se pasea. En esto también envidio a este tipo de ciudades.
Hay cosas curiosas como los mensajes y noticias en las pantallas de los autobuses: que si Alberto de Mónaco ha ofrecido un banquete a no sé quién, que si es bueno comer kiwi porque tiene vitamina no se cual…
Volviendo al tema inicial, en un hotel me halagan las habitaciones limpias y con cuadros pintorescos, el saber que al día siguiente me iré sin hacer la cama ni recoger toallas o lavar nada, la comida, si es aceptable. Por una vez dejamos salir el vago y la gula que llevamos dentro y nos saltamos dietas con ese buffet que parece no terminar nunca. ¡Ay el buffet!, quien lo inventó merece un reconocimiento.
Ahora no suelo casi viajar solo. Cuando lo hago tienen la costumbre de incluirme más cosas de las que necesito. Abro la ventana, echo un vistazo a la habitación, vislumbro dos camas, la segunda vacía, y, de momento la melancolía y la soledad aparecen para darme las buenas noches.
Mejor viajar solo que mal acompañado dicen por ahí. No sé, prefiero hacerlo bien acompañado. ¡Hasta mañana!
martes, 17 de mayo de 2011
Signos de madurez
Nos estamos volviendo un clásico, un reservado. ¿O no?.....A ratos, en momentos de felicidad.
Diría yo que la libertad se hace patente en uno y elige lo que antes no habría designado por absurdos prejuicios. Podría haber hecho esto casi toda mi vida y no lo hice.
Pequeños placeres musicales a horas y en lugares determinados, almuerzos sutiles y paladeadas viandas en casas hostiles, livianos caprichos ejercitables que favorecen el cuerpo y la mente y subidas de ánimo favorecidas desde el más allá, de la red digo... son definiciones de felicidad en un servidor y en esta época.
Pero sobretodo el bienestar en mí reside en un momento de sosiego y tranquilidad, a ser posible después de comer y en soledad, a falta de buena compañía o de una asociación con alguna vida inteligente perdida de la mano de Dios.
La felicidad creo que reside en esos momentos puntuales en los que uno no tuerce el gesto y da gracias a la vida por darme tanto, como dice la canción. Claro que uno echa en falta otros estados y ocasiones, siempre uno desea lo que no tiene, pero habría que definir esas peculiaridades como otros estados diferentes de felicidad, como una felicidad relativa y no conocida.
El hecho de que me haga estas reflexiones tan profundas y de las que, hasta yo me asusto al releerlas, viene al pelo de la búsqueda de vida inteligente en esta sociedad nuestra. En el hecho de apartarme de la superficialidad y de la frivolidad, aunque a veces el cuerpo me pida lo contrario, y de terminar con este hastío de imbecilidad y egoísmo imperante en todos los ámbitos y sectores. En la finalidad de desahogar los pensamientos negativos fruto de los avatares diarios en estas líneas. También en la necesidad de complacer a mi abultada lista de lectores. Es broma por supuesto.
Es curioso. Cuando uno, cada vez más, va tomando conciencia de si mismo y de lo que le rodea, se aprecia en demasía un nivel de estupidez acuciante en su entorno y a su vez, cuando en vida aparece un ser lleno de luz y corazón, se le toma un cariño renovado que es capaz de hacer olvidar lo anterior.
Para todo aquel que me entendiese y estuviese en la misma situación que un servidor.
En la villa de Cuenca, a 17 de Mayo del año 2011.
David.
jueves, 12 de mayo de 2011
Eterno Bach
Jueves doce de Mayo de 2011...Una tarde que prometía calor y de repente se nubla y amenaza con tormenta. Hasta la borrasca todo era paz y sosiego, sosiego trabajado. Suena de repente en mis cascos azules una melodía familiar. Me transporta y desvía la atención de lo que no debía de desviarme. Es el preludio de la suite nº 1 para violonchelo de Bach, nada mas y nada menos que del maestro Johann.
Bach escribió estas seis suites probablemente entre 1717 y 1723, cuando estaba como maestro de capilla en la ciudad alemana de Köthen. Este preludio, interpretado aquí por Rostropovich, es la pieza más conocida y posiblemente de las más tocadas por los aprendices de músicos.
Lo que daría yo por poder tocar esa pieza.
Con ustedes el preludio de la suite nº 1 de Bach.
Bach escribió estas seis suites probablemente entre 1717 y 1723, cuando estaba como maestro de capilla en la ciudad alemana de Köthen. Este preludio, interpretado aquí por Rostropovich, es la pieza más conocida y posiblemente de las más tocadas por los aprendices de músicos.
Lo que daría yo por poder tocar esa pieza.
Con ustedes el preludio de la suite nº 1 de Bach.
jueves, 14 de abril de 2011
Semana Santa en Cuenca
Vivo rodeado de un escenario mágico, una simbiosis entre naturaleza y arquitectura. Pocos metros cuadrados pero, como diría uno que yo me se, mu bien aprovechados.
El escenario, llamado Cuenca, se colorea y adquiere la textura de diversas paletas dependiendo de la época del año. Quizás la mas bonita sea el otoño con esos colores rojizos y ocres, con esa tonalidad de la hoja caída…Pero hay una semana donde no solo la paleta es la que da sentido a esta ciudad levítica, sino también el sonido y el perfil.
En Semana Santa, en Cuenca, el escenario, acoge la representación de la pasión y muerte de Cristo con una puesta en escena, según mi opinión, única y distinta a cualquiera de las demás exaltaciones españolas.
Y lo que produce esa peculiaridad es precisamente el teatro y los actores. El teatro es un entramado de callejuelas y cuestas adornadas por vetustas viviendas de vivos colores, bellos templos parroquiales y una naturaleza impresionante y abocada al vacío. Y los actores son los nazarenos que suben a hombros los pasos o sencillamente acompañan a la imagen con sus tulipas, los turbos que se burlan del Jesús de las seis o los músicos que nos seducen con sus ritmos melodiosos.
Y lo que produce esa peculiaridad es precisamente el teatro y los actores. El teatro es un entramado de callejuelas y cuestas adornadas por vetustas viviendas de vivos colores, bellos templos parroquiales y una naturaleza impresionante y abocada al vacío. Y los actores son los nazarenos que suben a hombros los pasos o sencillamente acompañan a la imagen con sus tulipas, los turbos que se burlan del Jesús de las seis o los músicos que nos seducen con sus ritmos melodiosos.
El golpear de una tulipa u horquilla en el adoquinado de esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad, o escuchar San Juan en cualquier esquina no tiene precio. Cada momento es diferente, y en el contraste está el gusto.
No hace falta mamarlo desde niño o ser profundamente religioso. No. Basta solo con contemplar cualquier instante de Domingo a Domingo para darse cuenta de que uno está en el momento adecuado y en el sitio ideal.
En Cuencalvario se palpa la tradición, el respeto, la belleza, la fraternidad, la musicalidad, la irracionalidad…
La Cena en la catedral |
Instantes, sonidos, olores que dentro de poco volveremos a refrendar como todos los mágicos días de primavera en Cuenca.
Ciudadano que llegas a Cuenca esos días: no le busques explicación a lo que ves.
¡Déjate llevar y siente! Siente como yo, bancero, nazareno y turbo.
viernes, 8 de abril de 2011
De mi puño y letra(2)
Cuando era crío compuse algún poemilla aislado, en algún momento de soledad o de aislamiento forzado supongo. Hoy en día me hace gracia porque no me parecen malos aunque les cambiara alguna cosa que otra. Reproduzco aquí uno.
Mira la roca con sus ojos inquietos
el espejo del día que proyecta el cielo.
Alardea la roca de sueños,
sueños que no se cumplirán jamás.
Sueños inmóviles para una roca.
Allá, en lo alto de la montaña.
Abajo, miles de tejados alineados
o entrecruzados.
Es el Socorro o
el ojo que todo lo ve.
Es la humilde y grande montaña
que no articula.
Como el hombre que todo lo sabe
y no sabe nada,
porque no dice nada.
jueves, 10 de marzo de 2011
Buscando un centro de gravedad permanente
Busco un centro de gravedad permanente
Cuando se habla de que tal cantante es independiente o de que tal grupo no sigue la estela comercial siempre se hace alusión a un artista o conjunto de artistas que no siguen el patrón impuesto por las modas o que, sencillamente, no se agachan ante los deseos de productores y agentes de todo tipo.
Para mí el ejemplo mas claro de artista independiente, dentro del mundo de la música, el ideal de cantante que ha probado las mieles del éxito y ha decidido bajarse a tiempo y seguir creando, aunque no apareciera en la gala de los Gramy a lo Lady Gaga o no se escuchase ninguna de sus melodías en los 40 principales, aunque no tuviese en la nómina una millonada todos los meses, es don Franco Battiato. Tampoco le ha hecho falta porque la legión de fans que tiene es basta y ancha.
Franco Battiato (Sicilia, Italia) 23/03/1945) es un cantautor, músico y director de cine italiano. Su personalidad se sitúa entre las más eclécticas y originales de cuantas han aparecido en el panorama cultural italiano de las últimas décadas y su discografía abarca múltiples estilos musicales: los inicios románticos, el progressive pop, la música culta o la música étnica, consiguiendo siempre un gran éxito de público y trabajando con colaboradores excepcionales.
Desde muy pequeño iba pidiendo un instrumento y cuando tuvo 18 años le atrapó el rock y, coincidiendo con la muerte de su padre, decidió emigrar de su Catania natal para probar suerte en Milán. Allí compaginó todo tipo de trabajos con pequeñas actuaciones en bares y pubs, o giras en los festivales de la canción. En 1967 consigue grabar su primer sencillo y a partir de entonces se suceden discos y colaboraciones con amigos. Se forma en solfeo y música y va adquiriendo influencias múltiples que luego conformarán su excelente música. El gusto por lo oriental le empieza a atrapar.
El Battiato más orientalista
A partir del año 79 ficha por EMI y empieza, bajo mi punto de vista, su gran carrera musical. El primer disco L'era del cinghiale bianco es su declaración de intenciones y le siguen otros grandiosos como son La voce del padrone con “Centro de gravedad permanente”, L'arca di Noè, Orizzonti perduti con la gran “La estación de los amores”, Nómadas (en español) con temas como “Bandera blanca” o “Yo quiero verte danzar”, uno de sus grandes éxitos; Unprotected donde aparecen las maravillosas e incalificables “La stagione dell'amore” o “Prospettiva Nevsky”, L'imboscata con “La cura” que tuve el inmenso placer de ver en el el auditorio de Cuenca en 2002 junto a mi hermano Alberto, que fue quien me inició en Battiato así como en otros grandes…
Pero si hay una canción que para mí es un himno y, yo creo, que es la que mas veces he escuchado en mi vida es “No time no space”. Si tuviera que destacar una canción en mi vida sería esta. No hay otra igual. Me transporta, me calma…Su letra dice:
Háblame de la existencia de mundos lejanísimos,
de culturas sepultas, de continentes perdidos.
Háblame del amor que se hace entre las gentes,
de pasajeros anómalos en místicos territorios.
Y hay más.
Se busca por instinto, las pistas de cometas,
como vanguardias de un nuevo sistema solar.
No Time No Space
another Race of Vibrations
the Sea of the Simulation
keep your feelings in memories
I love you especially tonight.
Vigilantes del cielo, prestos a dirigir
telescopios gigantes, para invadir las estrellas.
Vigilantes del cielo, prestos a dirigir
telescopios gigantes, para invadir las estrellas.
Y hay más.
Se busca por instinto, las pistas de cometas,
como vanguardias de un nuevo sistema solar.
No Time No Space
another Race of Vibrations
the Sea of the Simulation
keep your feelings in memories
I love you especially tonight.
No time, no space.
de culturas sepultas, de continentes perdidos.
Háblame del amor que se hace entre las gentes,
de pasajeros anómalos en místicos territorios.
Y hay más.
Se busca por instinto, las pistas de cometas,
como vanguardias de un nuevo sistema solar.
No Time No Space
another Race of Vibrations
the Sea of the Simulation
keep your feelings in memories
I love you especially tonight.
Vigilantes del cielo, prestos a dirigir
telescopios gigantes, para invadir las estrellas.
Vigilantes del cielo, prestos a dirigir
telescopios gigantes, para invadir las estrellas.
Y hay más.
Se busca por instinto, las pistas de cometas,
como vanguardias de un nuevo sistema solar.
No Time No Space
another Race of Vibrations
the Sea of the Simulation
keep your feelings in memories
I love you especially tonight.
No time, no space.
En fin, Battiato para un servidor es el mas grande.
domingo, 6 de marzo de 2011
Poemas meritorios: Antonio Virtudes
En mi abultada familia existe una rama, los Virtudes Segarra, que abrazan elegantemente el arte de la pintura y la literatura.
Desde las casualidades de compartir puerta con puerta en el mismo edificio hasta casi una misma proximidad generacional, mi parentela y la que cito ha estado ligada estrechamente desde que tengo uso de razón.
Siempre me ha fascinado la pintura del abuelo Federico, sus gamas de colores en las hoces o en la naturaleza otoñal. Su nieto homónimo es un digno sucesor suyo. Mi tía Laura pinta de maravilla y mi primo Román tiene dotes de escritor, como su padre.
Pero ya que estamos en el arte de la poesía, me complace presentarles un poema de otro miembro de esta rama de los Segarra, otro magnífico literato, mi primoToni.
De entre todos los poemas que he tenido el honor de leerle he querido incluir este porque me parece que simboliza muy bien su poesía y su forma de vida. Un ejemplo de que se puede hacer un gran poema gastronómico, ponerle humor y hacer reflexionar a la vez sin buscar palabras comunes y estereotipadas.
Os dejo con el poema!
Algunas veces me regocijo con la idea de ser anciano (y
ligeramente grueso);
más que de serlo, así a secas, es de la idea de volver la vista
más que de serlo, así a secas, es de la idea de volver la vista
atrás y recordar la vida.
Y recordar los banquetes devorados, todos los manteles
Y recordar los banquetes devorados, todos los manteles
manchados,
todas las conversaciones de sobremesa,
todos los vinos y cervezas ingeridos,
todos los bacalaos,
todos los cochinillos,
todos los pasteles,
todos los eructos,
todos los excesos.
todas las conversaciones de sobremesa,
todos los vinos y cervezas ingeridos,
todos los bacalaos,
todos los cochinillos,
todos los pasteles,
todos los eructos,
todos los excesos.
De la carne pegada al hueso,
de la grasa del ibérico,
del foie de oca,
de unas gordas ostras,
de las paellas,
de las fabadas,
de los chipirones,
de las setas,
de los quesos, -ay copón los quesos-
de las salsas.
De tí, manjar minimalista y a la vez explosión de sabores
de la grasa del ibérico,
del foie de oca,
de unas gordas ostras,
de las paellas,
de las fabadas,
de los chipirones,
de las setas,
de los quesos, -ay copón los quesos-
de las salsas.
De tí, manjar minimalista y a la vez explosión de sabores
inigualables.
De mí, platazo de lentejas en un gélido día de Febrero.
De vosotros, leales amigos, huevos con patatas, siempre fieles.
De esta vida, festín que según pasa el tiempo se va quedando
De mí, platazo de lentejas en un gélido día de Febrero.
De vosotros, leales amigos, huevos con patatas, siempre fieles.
De esta vida, festín que según pasa el tiempo se va quedando
sin agua, sin pan,
más que migajas en los platos y reflejos en las bandejas.
Y te vas dando cuenta que nadie repone nada
.....hasta el gran eructo final.
más que migajas en los platos y reflejos en las bandejas.
Y te vas dando cuenta que nadie repone nada
.....hasta el gran eructo final.
viernes, 25 de febrero de 2011
Teoría de las rotondas
Acerca de la causa de la tartamudez se ha especulado mucho y son varias las teorías o creencias, aunque no hay una unánimemente aceptada ya que, hoy en día, se desconoce su origen. Lo que existen son varias interpretaciones no probadas al cien por cien.
Me resulta curioso...Ayer en el capítulo de "Cuéntame como pasó" contaban que la hija de los Alcántara está metida en las drogas. El episodio transcurre en el principio de los 80, época donde comenzó a expandirse esta lacra en nuestro país, y la familia está desconcertada al no saber como actuar con Inés, su hija. Porque la sociedad de entonces desconocía el efecto y el tratamiento de drogadición.
A los tartamudos nos pasa algo parecido, tenemos una problemática en el habla que nos afecta en todos los niveles y situaciones de la vida, desde la niñez hasta la madurez, y no sabemos a ciencia cierta que es lo que lo causa, que podemos hacer para paliarla o si hay curación posible.
Ultimamente parece que la teoría mas aceptada es que la tartamudez es debida a la conjunción de tres factores, que no tienen porque ir juntos necesariamente. Serían el factor biológico, social y el psicológico.
El primero es muy común...Muchos tartamudos tienen en su familia o en sus ancestros algun disfémico. Los dos restantes surgen por varios factores a su vez y se interrelacionan a menudo por causas propias o ajenas a la persona que tartamudea.
A mí, personalmente, me encanta y comparto en su totalidad una teoría muy fácil de comprender y posiblemente desconocida pero que a su vez tiene que ver mucho con lo dicho anteriormente. Es de mi buen amigo Cantabruco. La Teoría de las Rotondas. Paso a comentarla.
Teoría de las Rotondas.
¿Por que una misma palabra que le decimos a un amigo nunca nos sale con un Jefe?
¿por qué podemos ensayar a solas hasta hartarnos y a la hora de la verdad cuando tiene que salir no sale?
¿Por qué unos días las palabras fluyen mejor que otros?
¿Por qué los cambios emocionales afectan al tartamudeo?
Imagínarse que para que exista la palabra tienen que reunirse a nivel neuronal procesos e informaciones de distintas zonas del cerebro, tales como:
¿Por qué unos días las palabras fluyen mejor que otros?
¿Por qué los cambios emocionales afectan al tartamudeo?
Imagínarse que para que exista la palabra tienen que reunirse a nivel neuronal procesos e informaciones de distintas zonas del cerebro, tales como:
· el habla propiamente dicha
· el ritmo
· los pensamientos que quieres manifestar
· las emociones que esos pensamientos te producen
· las que te causa el interlocutor
· tu estado de ánimo
· tu cansancio físico que influye en la respuesta fisiológica que necesitas para movilizar los músculos necesarios, etc.
· el ritmo
· los pensamientos que quieres manifestar
· las emociones que esos pensamientos te producen
· las que te causa el interlocutor
· tu estado de ánimo
· tu cansancio físico que influye en la respuesta fisiológica que necesitas para movilizar los músculos necesarios, etc.
Imagina que donde se junta toda esa información es como una rotonda de tráfico, a ella llegan todos esos estímulos y tienen que salir a modo de la palabra fluida.
Imagina que los tartamudos tenemos esas rotondas más pequeñas que los fluidos o con dos carriles menos. Es decir más fáciles de colapsarse. Los fluidos siempre nos dicen "no te preocupes, yo cuando me pongo nervioso también tartamudeo" y es cierto, en situaciones de mucho estres comunicativo como hablar ante un público, salir en la tele, ligando, etc. los fluidos balbucean, no expresan sus ideas en orden, se atrancan. ¿Por qué?
Yo lo achaco a que saturan de tráfico sus rotondas perfectas cosa que nunca ocurre en su vida cotidiana. Sin embargo nosotros no, nosotros admitimos menos tráfico y los atascos son más frecuentes y tanto más frecuentes cuantas más cosas superfluas metemos en la rotonda. Así, hablando solos o con un animal, tenemos menos tráfico porque no metemos en la rotonda lo que pensamos que piensa el interlocutor o las emociones que nos produce. Cuantas más emociones o más incomodidad por la causa que fuere nos produzca el oyente, más ESTRES COMUNICATIVO, es decir, más trafico y más posibilidades de bloqueo.
¿Por qué cuando cantamos o con un diapasón no tartamudeamos? Porque trabajamos con el ritmo, estamos poniendo semáforos en la rotonda que permiten controlar el tráfico y regularlo de manera ordenada.
¿Por qué hay gente que le funcionan terapias ortofónicas, a otros sicológicas y a otros ninguna? Para mí todo es lo mismo HAY QUE ELIMINAR EL TRÁFICO DE LA ROTONDA QUE NO ES IMPRESCINDIBLE O REGULARLO PARA QUE FLUYA.
Las terapias ortofónicas ponen semáforos y además si funcionan eliminan las experiencias negativas previas sustituyendolas por positivas nuevas con lo que eliminan parte del tráfico.
Las terapias psicológicas eliminan tráfico directamente, por simplificar, si ganamos en autoestima y nos importa menos lo que piense el oyente rebajamos el tráfico y por tanto el estres comunicativo de la situación. Si esa rebaja es suficiente ganamos fluidez.
Imagina que los tartamudos tenemos esas rotondas más pequeñas que los fluidos o con dos carriles menos. Es decir más fáciles de colapsarse. Los fluidos siempre nos dicen "no te preocupes, yo cuando me pongo nervioso también tartamudeo" y es cierto, en situaciones de mucho estres comunicativo como hablar ante un público, salir en la tele, ligando, etc. los fluidos balbucean, no expresan sus ideas en orden, se atrancan. ¿Por qué?
Yo lo achaco a que saturan de tráfico sus rotondas perfectas cosa que nunca ocurre en su vida cotidiana. Sin embargo nosotros no, nosotros admitimos menos tráfico y los atascos son más frecuentes y tanto más frecuentes cuantas más cosas superfluas metemos en la rotonda. Así, hablando solos o con un animal, tenemos menos tráfico porque no metemos en la rotonda lo que pensamos que piensa el interlocutor o las emociones que nos produce. Cuantas más emociones o más incomodidad por la causa que fuere nos produzca el oyente, más ESTRES COMUNICATIVO, es decir, más trafico y más posibilidades de bloqueo.
¿Por qué cuando cantamos o con un diapasón no tartamudeamos? Porque trabajamos con el ritmo, estamos poniendo semáforos en la rotonda que permiten controlar el tráfico y regularlo de manera ordenada.
¿Por qué hay gente que le funcionan terapias ortofónicas, a otros sicológicas y a otros ninguna? Para mí todo es lo mismo HAY QUE ELIMINAR EL TRÁFICO DE LA ROTONDA QUE NO ES IMPRESCINDIBLE O REGULARLO PARA QUE FLUYA.
Las terapias ortofónicas ponen semáforos y además si funcionan eliminan las experiencias negativas previas sustituyendolas por positivas nuevas con lo que eliminan parte del tráfico.
Las terapias psicológicas eliminan tráfico directamente, por simplificar, si ganamos en autoestima y nos importa menos lo que piense el oyente rebajamos el tráfico y por tanto el estres comunicativo de la situación. Si esa rebaja es suficiente ganamos fluidez.
Por último para mí la severidad del tartamudeo depende de lo pequeña que sea la rotonda o bien de la cantidad de cosas que metemos en ella según nuestra personalidad o experiencias negativas previas.
Por todo esto también pienso que la tartamudez es incurable porque no podemos modificar nuestra capacidad neuronal o como lo queramos llamar, es decir, el tamaño de nuestras rotondas. Lo que si podemos es conseguir la fluidez y seremos tartamudos que no tartamudean.
Por todo esto también pienso que la tartamudez es incurable porque no podemos modificar nuestra capacidad neuronal o como lo queramos llamar, es decir, el tamaño de nuestras rotondas. Lo que si podemos es conseguir la fluidez y seremos tartamudos que no tartamudean.
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